Existen investigaciones en las que participan osteópatas y que interesan especialmente a estos.
Pero hay otras que, por su aplicabilidad, interesan también a otros profesionales sanitarios. A estas las llamamos: Osteopathic Contributions
Palpación de las apófisis trasversas de las vértebras dorsales
En las escuelas de Osteopatía se enseña la correcta palpación de las apófisis transversas dorsales para poder encontrar las disfunciones somáticas y señalar el nivel vertebral en el que están localizadas (DiGiovanna EL, 2004). Estos procesos transversos están cubiertos por tejido muscular y conectivo, lo que dificulta su localización. Por ello, habitualmente, se toman como referencia las apófisis espinosas, más superficiales y fáciles de identificar. Sin embargo, dada la conformación de las vértebras torácicas, con una apófisis espinosa alargada en dirección posterior y caudal (Pérez-Casas A, 1987), la relación entre las transversas y las espinosas no coincide siempre a la misma altura cráneo-caudal, lo que dificulta más aún su correcta localización.
La delimitación precisa de estas estructuras, interesa también a otras especialidades médicas. Fisioterapeutas y otros terapeutas manuales habitualmente necesitan ubicar los procesos transversos durante la valoración y tratamiento de las distintas patologías (Pho C, 2004) (Horton SJ, 2002). Médicos ortopedas deben también ser precisos a la hora de localizar los niveles vertebrales (Kim YJ, 2004) (Xu R,2000), al igual que los traumatólogos (Cinotti G, 1999) y neurocirujanos (Florensa R, 2011). Lo mismo ocurre con los anestesistas (Parate LH, 2016) (Lirk P, 2004).
Por todo ello, la investigación que se presenta a continuación puede ser relevante para muchos profesionales sanitarios y clínicos en general.
La regla de los treses de Mitchell et al
Para la localización de las apófisis transversas dorsales, muchas escuelas de Osteopatía enseñan la regla de los treses (the rule of threes), propuesta por Mitchell et al (Mitchell FL, 1979) (Mitchell FL, 1998), que separa las doce vértebras torácicas en cuatro grupos de tres unidades óseas. Según esta regla, las transversas del grupo T1-T3 están localizadas en el mismo plano horizontal que sus respectivas apófisis espinosas.
Las del grupo T4-T6 están entre su respectiva espinosa y la de la vértebra superior. Las del grupo T7-T9 en la horizontal con la espinosa de la vértebra superior. Por último, las del grupo T10-T12 se comportan de manera diferente: las transversas de T10 coinciden con la espinosa de T9; las de T11 están entre la espinosa de T10 y T11; y las transversas de T12 están en la horizontal de su propia espinosa.
Aunque la regla de los treses de Mitchell no ha sido aún validada en la literatura científica (Geelhoed MA, 2005), ha sido adoptada por numerosos textos ortopédicos (Dutton M, 2004) (Flynn T, 1996) (Greenman PE, 2003).
La regla de Geelhoed
En el año 2006 se presenta una nueva relación entre las apófisis transversas y espinosas a nivel dorsal, la regla de Geelhoed (Geelhoed MA, 2006). En opinión de estos autores, los procesos transversos de las vértebras dorsales se ubican generalmente en la horizontal de la apófisis espinosa de la vértebra superior, aunque en el caso de T11 y T12 esta relación es más variable.
Estudio e investigación de las 2 reglas por Kevin D. Treffer
En el presente 2018, un grupo de autores entre los que se encuentra Kevin D. Treffer, osteópata americano, publican una investigación para determinar cuál de estas dos reglas para localizar las apófisis transversas dorsales es más exacta (Oakley CK, 2018). Tras analizar 44 cadáveres, concluyen que la regla de Geelhoed es más precisa que la regla de los treses, aunque no es tampoco perfecta (sólo el 63% de las vértebras estudiadas seguían esta relación).
Este mismo estudio nos aporta otros dos parámetros que pueden servir de ayuda a la hora de localizar las apófisis transversas torácicas. Por un lado, los autores encontraron que la distancia entre dos transversas homolaterales de vértebras sucesivas es de 25,4 mm, lo que más o menos mide una pulgada (distancia entre la punta del dedo gordo de la mano y la articulación interfalángica del mismo). Por otro lado, observaron que hay una distancia de aproximadamente 50,8 mm entre los dos procesos transversos izquierdo y derecho de la misma vértebra, es decir, unas dos pulgadas. Esta última relación la recomiendan en el caso de las mujeres para toda la columna dorsal, pero en el caso de los varones sólo para los niveles T3-T10.
Conclusión
Los autores creen que utilizando la regla de Geelhoed y estas dos relaciones que se acaban de exponer, los profesionales sanitarios pueden mejorar la precisión a la hora de localizar las apófisis transversas por palpación.
D. Miguel Antonio Martínez-González
Fisioterapeuta- Osteópata DO
Profesor de la Escuela de Osteopatía de Madrid
Doctor por la Universidad de Oviedo
2 comentarios. Dejar nuevo
Muy buenos los cursos
Gracias Luis por tu comentario, nos alegra que te gusten!