Los sistemas nervioso, inmunológico y endocrino se relacionan entre sí en el cuerpo humano y estas interacciones influyen en la salud.
En el proceso inflamatorio se produce una cascada de respuestas a una lesión tisular, una infección o a alteraciones de la respuesta inmunitaria, que se caracteriza a nivel periférico por los signos clásicos de rubor, calor, edema, dolor y pérdida de la función. Una respuesta inflamatoria normal es un proceso agudo y autolimitado que se resuelve cuando cesa o se elimina el estímulo que la causa. Sin embargo, la inflamación crónica y /o inmunitaria puede producirse por una inflamación inadecuada (alergia) o, si la respuesta inflamatoria normal evoluciona hacia la cronicidad, puede ser porque el agente causal no se elimina (trasplante, autoinmunidad, gota…).
El ácido araquidónico (AA) o ácido eicosatetraenoico es un ácido graso poliinsaturado de la serie omega-6, formado por una cadena de 20 carbonos con cuatro dobles enlaces. El ácido araquidónico forma parte de fosfolípidos de las membranas de las células, y es el precursor de la biosíntesis de eicosanoides. El ácido araquidónico puede sintetizarse a partir del ácido linoleico pero también está presente en los alimentos de origen animal (carne, huevos). Cuando una célula sufre una agresión, ésta deshace su membrana y libera al torrente sanguíneo los diferentes ácidos grasos, incluidos el AA o el omega-3.
La liberación de ácido araquidónico o de otros ácidos grasos insaturados de 20 átomos de carbono como el icosatrienoico y el ecosapentanoico, de las reservas hísticas, es la primera fase en la síntesis de las prostaglandinas, tromboxanos y leucotrienos. Una vez liberado el ácido araquidónico de las reservas hísticas, se inicia su transformación en prostaciclina, prostaglandinas y tromboxano mediante la ciclación e incorporación de oxígeno molecular, catalizada por la ciclooxigenasa que está presente en la mayoría de las células. Las lipooxigenasas metabolizan también el ácido araquidónico hasta dar diversos productos con el grupo hidroxi-peroxi en posiciones distintas e incrementar así la síntesis de leucotrienos. Los metabolitos del ácido araquidónico, tanto de la vía de la ciclooxigenasa como de la lipooxigenasa, tienen una definida e importante participación en las diversas etapas del proceso inflamatorio. Diversos fármacos contribuyen a mejorar el proceso inflamatorio al inhibir estas enzimas específicas.
Hasta la fecha, se han descubierto diferentes vías a partir de la transformación del AA:
- La vía de la 5-lipooxigenasa hacia los leucotrienos (LT), La vía de la COX-1 (tejidos) hacia las prostaglandinas E2
- La vía de la COX-2 (tejidos) hacia las prostaglandinas, relacionadas fundamentalmente con la inflamación; (aquí los AINES convencionales son inhibidores de esta vía)
- La vía de la COX-3 (cerebro, corazón) involucrada con las prostaglandinas relacionadas con la fiebre; (aquí el paracetamol ha mostrado inhibición específica de esta vía).
Las prostaglandinas se sintetizan desde el ácido araquidónico mediante las COX-1 Y COX-2. Las prostaglandinas actúan de modo autocrino y paracrino en concentraciones nanomolares. Las de la serie 2 son las más activas biológicamente. Estos mediadores lipídicos ejercen sus efectos biológicos uniéndose a receptores presentes en la superficie de la membrana celular. La producción constitutiva de prostaglandinas es un prerrequisito para los procesos fisiológicos normales como la remodelación ósea, la vasodilatación y vasoconstricción, la permeabilidad vascular, la agregación plaquetaria o la respuesta de las células tendinosas al movimiento. (Dunn, 1987; Graham et al., 2009; Petrucci et al., 2011; Saito et al., 1988; Williams, 1979).
Hablamos sobre las interrelaciones de los sistemas nervioso, inmune y endocrino
Si quieres saber más te recomendamos visitar la siguiente página y ver los videos donde 3 de nuestros profesores analizan las Interrelaciones de los sistemas NIE
¿Con qué estrategias terapéuticas contamos para influir en el proceso inflamatorio?
Centrándonos en la fisiopatología de la inflamación:
- Si conocemos las vías de activación a nivel molecular podemos modificar la acción de los mediadores de señalización del proceso inflamatorio y / o suprimir la actividad de los componentes del sistema inmunitario ( que alteran las vías de señalización de la histamina eicosanoides, citocinas, quimiocinas y las células del sistema inmune). Por lo tanto, podemos aprender a trabajar a nivel molecular mediante bioquímica por alimentación.
- Podemos también modificar el estímulo fisiopatológico subyacente eliminando así la activación de la inflamación (infección, alergias, trastornos metabólicos, problemas metaméricos, estructurales…). Para ello hay que conocer la anatomía, la fisiología, la biomecánica y la bioquímica.
En la asignatura sobre las interrelaciones de los sistemas neuro-inmune-endocrino analizamos los últimos estudios científicos basados en estas materias y profundizamos en el proceso de la inflamación desde la perspectiva osteopática, la bioquímica y las relaciones con los procesos de tendinopatía y readaptación. En el módulo de inmunología clínica se presentan las características del sistema inmune y adaptativo, y la importancia de conocer la bioquímica por alimentación y cómo influye en el sistema digestivo, hepático, renal, ginecológico y cardiorespiratorio.
Curso de interrelaciones de los sistemas NEURO-INMUNE-ENDOCRINO
Este contenido que forma parte del programa de la Escuela de osteopatía de Madrid, también está disponible para osteópatas, como curso de formación continuada. Si quieres saber más te recomendamos visitar la siguiente página y ver los videos donde 3 de nuestros profesores analizan las Interrelaciones de los sistemas NIE: