¿Dolor en el hombro? Qué es el síndrome Subacromial y cómo identificarlo

El dolor de hombro es muy frecuente. Está especialmente relacionado con el trabajo o la actividad deportiva. En el 60% de los casos corresponde a la lesión del manguito de los rotadores en el espacio subacromial: es el llamado síndrome subacromial.

 

Puede recibir múltiples nombres como impingement, síndrome del pinzamiento del hombro o periartritis escapulo-humeral aunque este último es un término de una gran imprecisión al hacer referencia a cualquier dolor de hombro de origen indeterminado.

El dolor de hombro es el tercer motivo de consulta más frecuente por dolor musculo-esquelético, después del dolor lumbar y de cuello, predominando entre los 30 y 50 años de edad. Aun así, se estima que menos de la mitad de las personas con dolor de hombro consultan a su médico o fisioterapeuta.

Anatomía básica de la articulación

La articulación glenohumeral tiene gran capacidad de movimiento y ello hace que tienda a la inestabilidad. Su estabilidad está asegurada por un grupo de 4 músculos: subescapular, supraespinoso, infraespinoso y redondo menor, también llamados el manguito de los rotadores.

Éstos dirigiéndose desde la escápula hasta el brazo, rodean la cabeza del húmero por arriba (músculo supraespinoso), delante (subescapular) y detrás (infraespinoso y redondo menor).

Definición del "Síndrome Subacromial"

En 1972, Neer describió el síndrome subacromial como un “pinzamiento, compresión y roce mecánico del tendón del manguito rotador contra la parte anteroinferior del acromion por uno o más de los diferentes componentes del arco acromial”. Dicho de otra forma, el tendón del manguito rotador desliza dentro de un túnel llamado “espacio subacromial”.

Cuando este túnel se ve deformado el tendón se comprime, roza, se irrita, inflama y, si el aplastamiento continúa puede llegar incluso a la rotura completa del tendón provocando una gran inestabilidad. El espacio subacromial puede reducirse por el ascenso de su suelo (la cabeza del húmero por desequilibrio miofascial), el descenso del techo (acromion, por pérdida de coordinación muscular) o por la inestabilidad de la articulación.

¿Cómo sabemos si tenemos "Síndrome Subacromial"?

entre 40 y 120º (dolor al levantar la mano por encima de la cabeza) provocando un movimiento esquivo antiálgico.

La pérdida de movilidad del hombro puede dificultar actividades tan cotidianas como abrocharse el sujetador o ponerse una camiseta.

Médicos especialistas, fisioterapeutas y osteópatas utilizan múltiples pruebas ortopédicas para confirmar o descartar el diagnóstico. Además, se utilizan pruebas de imagen como la resonancia o la ecografía, las cuales permiten un diagnóstico preciso de la lesión local del tendón, bursa u otras estructuras. Cabe destacar como el uso del ecógrafo por parte del fisioterapeuta ha crecido en los últimos años consiguiendo mayor precisión en el control de la evolución de las lesiones del hombro.

¿Cómo identifica un Osteópata un "Síndrome Subacromial"?

Uno de los objetivos del osteópata al enfrentarse al dolor de hombro es comprender la causa que lo provoca.

En primer lugar, evalúa el hombro para comprobar desequilibrios muscularesproblemas de movilidad y estabilidad local.

En segundo lugar, analiza los mecanismos posturales, biomecánicos, miofasciales o reflejos que, a distancia, afectan al dolor de hombro. Hay alteraciones posturales que comprometen la movilidad del hombro provocando limitación funcional y dolor. Permanecer mucho tiempo sentado, una vida sedentaria o trabajar siempre frente a un ordenador son factores posturales de riesgo para desarrollar lesiones de hombro. Posturas donde los hombros caen hacia delante hacen que los pectorales limiten el movimiento del hombro y provocan rigidez y/o inestabilidad del hombro, aumentando el roce del tendón del manguito rotador y provocando inflamación, lesión e incluso rotura. La debilidad de la musculatura abdominal produce disfunciones posturales y/o viscerales con afectación del músculo diafragma, generando tensión en la región de la entrada torácica y alterando el funcionamiento normal del hombro.

Además, algunos órganos pueden generar dolor referido hacia la región del hombro por un mecanismo neurológico llamado reflejo viscero-somático. No hablamos de enfermedades, sino de disfunciones que distorsionan la circulación y la información que el sistema nervioso recibe de estas estructuras. La disfunción de estas vísceras provoca un aumento de la estimulación del sistema nervioso a nivel metamérico, sensibilizando y desbordando dolor hacia el hombro. Por ejemplo, las disfunciones de hígado (hombro derecho), estómago (dolor de hombros y nuca bilateral), pulmón o corazón (hombro izquierdo) pueden ser causa o agravar el cuadro de dolor de hombro. Intervenciones quirúrgicas, intolerancias alimentarias, gastritis o haber sufrido alguna enfermedad en estas vísceras, aunque esa enfermedad ya haya sido resuelta, pueden generar dolor referido hacia el hombro por la rigidez que generan en el tejido conjuntivo visceral.

Dr. José Martín Botella Rico

Fisioterapeuta – Osteópata DO
Doctor en Salud y Deporte
Profesor de fisioterapia en UCH-CEU
Profesor de la Escuela de Osteopatía de Madrid

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